Antenor Allendes, dramaturgo, director y actor de la compañía La Desideria

“Quiero que la gente disfrute ir al teatro, que recomiende ir al teatro y que, además, se vaya con cierta pregunta no impuesta”

Por Isabel Agurto

Antenor Tomás Allendes es actor, dramaturgo y director. Egresó en 2023 de la Pontificia Universidad Católica de Chile con la obra Cake or Fake, escrita por él y dirigida por Andreina Olivari. Cuenta con dos títulos universitarios, es Licenciado en Artes y Humanidades, con una especialización en comunicaciones, en técnicas actorales y dramaturgia. Y, después de eso, optó por teatro.

“En realidad entré a la universidad queriendo estudiar periodismo, soñando mucho con todo el rollo de Ciper Chile, muy romantizado, pero me di cuenta que no era mucho lo mío, entonces, entré en una especie de crisis vocacional y ahí decidí tomar este camino y por eso es que egresé de teatro a los 26 años”.

Hoy tienes 27 y eres actor, dramaturgo y también director ¿cuál es tu rol favorito?

No sé, siento que todo parte desde la escritura. Creo que cuando uno escribe también dirige. Me costaría, en este momento de mi vida, pasarle una obra que yo escribí a otra persona, porque yo estoy dirigiendo mientras escribo.

Tú ya tienes clara toda la puesta en escena

Totalmente. Ha llegado el punto en que a mí también me empiezan a dar ganas de actuar en mis obras, porque muchas veces son temas bien personales, que nacen de cosas que he visto, de mis propios intereses.

¿Cómo es tu proceso para escribir?

Bueno, con Cake or Fake, que no es la primera obra que escribí, pero sí es la primera obra que monté en un teatro, para mí fue bacán, porque mi directora de teatro favorita (Andreina Olivari) montó una obra mía en el Teatro UC. Fue bastante bonito. Y, sobre el proceso, nos juntamos con la profe antes de que partieran las clases y dijo, a mí no se me ocurre nada, traigan algo. Y yo dije, bueno, y escribí algo que también está un poco inspirado en cosas que yo había visto, en las contradicciones que, por lo general, veo en la vida. Tiene que ver con los discursos que siempre son muy identitarios: en tanto yo soy esto, tú eres otro. Eso se llama hoy en día políticas de identidad y tienen que ver con que cada uno se identifica con algo porque es tu asidero. Porque, en el fondo, por lo menos la gente que tiene un pensamiento más de izquierda, por decirlo de una manera muy general, no tiene un algo contra qué ir hoy en día. A diferencia de una derecha que siempre va a tener un enemigo común como el comunismo. Tenemos una izquierda que hoy en día, lamentablemente, está bien dividida. Y que al final del día también es víctima del neoliberalismo, en el sentido de que cada quien empieza a abogar por sus propios intereses, sin ganas de ser un colectivo. O, si ya somos un colectivo, las diferencias, al parecer, son más sustanciales que el mismo colectivo.

El título de Cake or Fake yo lo encontré genial ¿es tuyo? ¿surgió en colectivo? ¿cómo lo eligieron?

Surgió en colectivo. De hecho, esa obra antes se llamaba Nómades y sedentarios por este personaje que era el Wilmer, que tenía todo un discurso sobre quedarse o liberarse. Después, empezamos a ahondar mucho en el tema de cada uno de los personajes, más allá de la generalidad de que algunos se quedan en los lugares estáticos. Porque, en el fondo, también pasa que no hay un avance político donde no hay un verdadero diálogo, aunque haya una pretensión y existan estas asambleas que están todo el rato repitiendo lo mismo y nadie va a cambiar de parecer.

Empezamos a detectar también el tema de las contradicciones y eso es como la moda del cake or fake, que es lo que parece ser, pero que por dentro es todo lo mismo. Todos somos lo mismo por dentro, somos algo que no sabe qué hacer, somos unas cosas que estamos buscando sentido, que estamos buscando asidero, y todos somos lo mismo por dentro, pero por fuera estamos constantemente defendiendo algo que nos deja aún más solos y que discrimina.

¿Y La K1000la?

Bueno, La K1000la tiene también mucho de eso. Está la figura de Camilo Henríquez, pero es otra cosa. Es algo más actual, es algo más caótico. Sí hay una investigación histórica, pero con una intención de demostrar lo caótico que son las defensas de los discursos y lo caótica que es la vida y, en torno a eso, la identidad. La identidad como país, la identidad sexual, la identidad de género, ser mujer, ser indígena, ser hombre, ser una persona que se dedica a las comunicaciones, etc. Cómo se ocupan los distintos tipos de poderes, para qué son realmente las luchas, el idealismo versus lo que pasa en la práctica.

En tus obras hay un sentido del humor que me recuerda mucho al de Bonobo, hay un estilo similar en el ritmo, los diálogos, también esta preocupación de mostrar la otredad.

Sí, en ese sentido, Guillermo Calderón y la Andreina (Olivari) son mis maestros, o sea, tuve la oportunidad de aprender mucho de ellos, el teatro que hacen me hace mucho sentido, cómo combinar la comedia a través del ritmo, pero además darle una vuelta de tuerca política, como lo hacen ellos. Los tengo como referentes, tuve la suerte de nutrirme harto, pero, como tú dices, sigo siendo joven…

No te quieres encasillar.

No. Tengo hartas obras que vienen, pero no sé si esto es lo que voy a hacer, porque uno va cambiando, no sé si en cinco años voy a hacer lo mismo, si va a seguir siendo lo que me haga sentido, sobre todo porque yo creo que Cake or Fake, por ejemplo, en dos años más va a dejar de ser vigente.

Y la compañía La Desideria, ¿continúa o va mutando, se disuelve, se pasa a llamar de otra manera?

De todas maneras, continúa, o sea, es un proyecto a súper largo plazo, a súper, súper largo plazo. De hecho, tenemos nuevos proyectos, uno que queremos estrenar en diciembre o en enero, que se llama Gay Male que es sobre una pareja hetero cis, en la que la mujer de la pareja le dice que es trans y la pareja pasa a ser una pareja homosexual.

Trabajamos harto el tema de las identidades, del otro, etc., a mí me interesa mucho trabajarlo siempre desde la comedia, porque creo que el teatro sí tiene que entretener. Tomo mucho en consideración al público y me importa porque, en el fondo, quiero que la gente vaya al teatro. Quiero que la gente disfrute ir al teatro, que recomiende ir al teatro, pero que además se vaya con cierta pregunta no impuesta, mostrar la contradicción.

¿Por qué el nombre, La Desideria?

A la Rebeca (Henríquez), la vecina de Cake or Fake, que es también La Buena Muerte en La K1000la, yo siempre le digo, tú eres Ana González, ella es un monstruo.

Ella y la Maida Urarte, que trabaja mucho con Leonart, somos La Desideria. La Maida entró hace poquito y es la productora oficial de La Desideria y pronto, en Gay Male, va a ser esta mujer que dice que es trans y, de hecho, el hombre cis va a ser representado por un hombre trans. Y la Rebeca es mi codirectora. Somos codirectores artísticos.

Cuéntame lo que se viene ahora en octubre, ¿La K1000la va a estar en un festival?

Sí. Se viene el FETUM, por lo que no puedo dejar de darle las gracias a la Maida por la producción. Ella es seca y, gracias a ella, que nos ayudó a modificar el dossier, logramos hacer una postulación bien buena y quedamos. Son dos funciones, el 4 y 5 de octubre. Son seis montajes seleccionados y el ganador de ese festival se gana una temporada en el Teatro del Puente y en el Teatro de la Universidad Mayor.

También estamos en un laboratorio teatral con Andrea Ubal y Angélica Martínez. Andrea Ubal es una actriz que también es docente de la Católica, que tiene harto carrete trabajando con Andrés Pérez, en su momento, hizo una muestra de dramaturgia que se llamaba Las Mujeres en el Barro. Ahora se dedica a la docencia. Está en uno de los altos cargos de la escuela de teatro, entonces, ha sido un poco difícil para ella hacer teatro. Yo fui su ayudante, somos amigos y la invité a actuar en una obra que se llama Tres Leches, con la cual vamos a tener una apertura de proceso. Eso es en noviembre. Es una obra que escribí yo, ahí hay un interés mío, docente, académico, de investigar metodologías. De cómo abordar un nuevo realismo que responda a la época contemporánea. Que responda a la velocidad de hoy en día.

En Tres Leches, también estamos con Angélica Martínez, que es una profesora que también tuvo la oportunidad de trabajar con Andrés Pérez, que también hizo harto teatro y ahora se dedica a hacer clases en la escuela de teatro. Y, la Rebeca Henríquez, que es nuestra Ana González. Se trata de una abuela, la hija y la nieta. Pero la hija de la abuela es la tía y hay un personaje que es un perro. Esta obra queremos estrenarla el próximo año porque vamos lentito. Quizás la dirija Ramón Núñez, también bajo el marco de La Desideria.

Con Gay Male la idea es hacerlo en diciembre o enero, en el Club de Teatro, que ha sido muy bacán. Estamos súper agradecidos del espacio que nos han abierto.

Y lo otro es que me invitaron a actuar en una obra que me interesó mucho porque abarca el tema del terror. Pero por suerte yo no la escribí. Por suerte yo no dirijo. Por suerte yo no produzco. Yo no hago las redes sociales. Ando con mi texto acá, feliz, porque, como te decía, actuar a mí me encanta y es algo distinto. Es una especie de varieté que se va a hacer en un bar que se llama Contramano. Va a haber música, baile y tiene algo de terror. Tenemos fecha de estreno el 2 y el 3 de noviembre a las 8 de la tarde.

¿Qué obra has visto últimamente que quisieras recomendar?

Hay una obra que fue un egreso, que estuvo en el Exit, llamada Sueños y no ganó, y a mí me cargó que no ganó. De Rodrigo Pérez. Realmente sublime, increíble.

¿Sabes de algo que venga en el futuro o que estén dando ahora que te gustaría ver?

Me gustaría ver Vampyr, también Robar Madera. Me parece interesante, lo que se logra en el afiche. Bueno, los afiches siempre son muy importantes para generar una expectativa.

Hay una obra que se llama Memoria que también me gustaría ver, de Trinidad González.

Una que recomiendo que va a estar en octubre, es una obra que dirigió Manuel Morgado, en que actúa la Paula, que también probablemente sea parte de La Desideria, la rubia que interpreta a Erika en La K1000la. Ella actúa en una obra que escribió la Carla Zúñiga y es su egreso de las Finis (Terrae). Se llama Lloremos todas juntas cuando encontremos que las estrellas estén todas alineadas. La recomiendo, particularmente, por la ejecución. Yo siempre pienso en cómo se innova en teatro, de la mano con el tema de la entretención y que también, ojalá, tenga una vuelta de tuerca, que la tiene. Y bueno, las obras de Manuel Morgado siempre tienen un diseño súper interesante, oscuro.

Y ya hablando un poco del futuro, Cake or Fake va a ser parte de una trilogía. Será la del medio. La primera se llama Petorca y la última se llama Nueva Zelanda. Lo entretenido es que es toda con la misma escenografía. Todo ocurre en el mismo edificio.

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