Germán Pinilla, actor que interpreta a Juan Gabriel en “Tú eres la tristeza de mis ojos”
“Trato de acercarme a lo que él provocaba y evocaba en el escenario y en sus entrevistas, su cercanía, eso trato de hacer”.
Por Isabel Agurto
Germán Pinilla es un actor chileno que destaca en cada obra en la que participa. Recientemente, lo vimos en la aclamada El hombre elefante y también lo hemos visto cantar y bailar como Luis Miguel y Chayanne en producciones previas de Cultura Capital y Los Contadores Auditores. Actualmente, interpreta a Juan Gabriel en Tú eres la tristeza de mis ojos, personaje que ya había representado en la obra El asilo contra la opresión, pero en un tono bastante distinto. De esto y algo más nos cuenta en la siguiente entrevista.
¿Cómo es ponerse en los zapatos de Juan Gabriel?
Ponerse en los zapatos de él es muy complejo, he tenido, todo este tiempo, el miedo, sobre todo por el tema vocal, porque creo que es un virtuoso vocalmente, y uno trata de poner lo mejor de sí, con el talento que tengo o lo que me dio la naturaleza, para tratar de acercarme en algo. Lo que busco, finalmente, no es hacer una imitación, sino que tratar de agarrar la esencia que tenía él y, por algún lado, que el público vea algo de Juan Gabriel, ya sea en momentos musicales o cuando está hablando, su forma de caminar, de moverse en el escenario. Más allá de hacer una imitación, porque creo que ése es otro carril y es otro oficio que yo no manejo. Trato de acercarme a lo que él provocaba y evocaba en el escenario y en sus entrevistas, su cercanía, eso trato de hacer. Además, el texto que proponen los chicos no es netamente bibliográfico, va por otro lado.
No es el primer Juan Gabriel que interpretas, también te tocó hacerlo en El asilo contra la opresión
Me ha pasado un par de veces, con algunos personajes, que me hacen repetirlos en otros proyectos. Los Contadores me llamaron el año antepasado para El asilo…, en diciembre del 2022. Habíamos tenido una intención de trabajar en un musical anteriormente y no se había podido por tiempo y, cuando me llamaron, era para una obra y cuando me dijeron de qué trataba yo pensé que me iban a pedir hacer a Pinochet porque yo ya lo había hecho un par de veces en otras obras y en otros espacios artísticos, pero me dijeron Juan Gabriel y fue “¡wow! ya, es un personaje que no he interpretado”, o sea, lo conozco, pero no lo he hecho, no lo he encarnado. Y ahí comenzó el desafío de ver el texto, de qué se trataba. En esa obra, Juan Gabriel entra a los 45 minutos, yo entro en el segundo tiempo de la obra y está mucho más cargado la comedia, además, con grandes compañeros actores de comedia en el escenario que ayudaban bastante a llevar la carga de esa obra. Y lo que provoca Juan Gabriel en la gente es impresionante. Me di cuenta en esa obra y, en particular, en el estreno de Tú eres la tristeza de mis ojos, cuando aparece la figura de Juan Gabriel, que algo pasa en el público, es como como que vibra, genera una reacción, algo suena en el espacio.
¿Por qué dicen que esta obra es distinta a los otros musicales? porque los otros musicales que yo he visto de Los Contadores son mucha risa, mucho baile, mucho canto.
Desde un principio los chiquillos nos dijeron esto está en clave melodrama. Las canciones de Juan Gabriel nos llevan a la tristeza, a la soledad, al dolor y ellos no quisieron arrancarse de eso, quisieron enfrentar las canciones de Juan Gabriel y su historia en particular que está en la dramaturgia. Que no se escapara, que no hiciera un contrapunto, sino que acompañara la historia que querían contar.
A medida que íbamos avanzando en los ensayos lo íbamos entendiendo porque uno no quiere enfrentarse a esas emociones. Uno quiere ir a pasarlo bien, divertirse y, además, como tú dices, sabiendo lo que hacen ellos generalmente. Y cuando nos dijeron “no le quiten el poto a la jeringa” y enfrenten el dolor, enfrenten la pérdida y todo eso, tuvimos que arrojarnos como equipo. Y creo que se logró en los ensayos cuando ya íbamos avanzando. Igual pasó con el público que había una vibra distinta.
¿Cuándo empezaste con los musicales?
Empecé haciendo musicales hace mucho tiempo, pero musicales más under o con menos presupuesto, menos visibilidad ante el periodismo y ante el público.
Mis primeros pasos en el teatro fueron en un taller de teatro en la media. Yo quería estudiar teatro sin haberlo visto ni haberlo practicado, entonces, cuando estaba en la media y se vino el taller de teatro, fue la posibilidad de acercarme a lo que quería hacer más adelante. El primer montaje que hicimos fue Oliver Twist que era un musical. Y el segundo montaje del taller fue El Hombre de La Mancha que también era un musical. El tercero fue Los Miserables que llegamos a mitad de camino. Entonces siempre fui como por el lado del musical.
Bueno, comencé con el taller de teatro y cuando estaba en la universidad, en tercero o cuarto, fui al Gran Circo Teatro a un espectáculo que se llama Broadway en concierto, que era de una compañía que oriunda de San Ramón. Fui a verla con mi pareja y nos invitaron a unos talleres. Audicionamos y nos dieron una media beca, pagábamos la mitad de lo que había que pagar por la escuela y empezamos a estudiar con ellos. Con ellos hice algunos montajes actuando, asistiendo en dirección y, después, con otras compañías que uno se iba conociendo en el mismo círculo pequeño que era en ese momento ―el 2006, 2007―, los musicales. Entonces, claro, yo empecé haciendo musicales de bajo presupuesto hace mucho, 15, 20 años atrás. Y después ya me dediqué de lleno al teatro de texto, cuando me di cuenta que era muy difícil hacer musicales porque audicionaba para grandes producciones y nunca quedaba. Entonces, en un momento me frustré.
En los castings siempre me pongo muy inseguro, muy nervioso. Pero seguí haciendo musicales pequeños y después como que me retiré de ese mundo del musical y empecé a hacer solo teatro, teatro, teatro y dejé este training porque el training vocal actoral y físico que requiere los musicales es fuerte.
¿Cómo es tu preparación vocal y física?
Cada montaje en particular tiene su entrenamiento, pero cuando me dijeron que tenía que ser Juan Gabriel en este musical, dije ya, hay que preocuparse un poco más y me puse a tomar clases de canto que nunca había tomado, más allá de las clases de la escuela de teatro o los coaches que te hacen en cada montaje, que es el coach para todo el elenco. Empecé clases constantes en abril, cuando ya sabía que iba a ser Juan Gabriel y cuando además me invitaron a hacer unos conciertos
en mayo, de Luis Miguel. Ya no es solo actuar ahora me están invitando a cantar, no como actor sino como cantante, tengo que hacer algo y ahí me puse a estudiar con un profe particular que me ha ayudado harto y me ha ayudado desde la técnica hasta como zafarme un poco de mis ataduras mentales que me dicen que no puedo cantar, porque me aterra cantar, me aterra, siempre estoy preocupado de la voz y cómo va a llegar a la función, como cuidarse, abrigarse harto, tomar vitaminas, tomar agua, hacer el vaporizador con cloruro para que las cuerdas estén hidratadas, haciendo de todo un poco.
Y este musical en particular no está cargado a la coreografía, como otros musicales de Los Contadores, entonces me descuidé un poco de ese lado, pero igual me puse a entrenar de manera individual.
Estuviste también en Provócame, el musical de Chayanne, ¿cómo es bailar como Chayanne?
Difícil, la coreógrafa nos exigía harto, pero trabajó desde nuestro propio cuerpo, a lo que éramos capaces de llegar y hasta dónde podíamos apuntar. Nunca nos quiso hacer unas coreografías para bailarines que llevan 30 años de experiencia, sino que, para cuerpos de actores, algunos que bailan más, otros que bailan menos. Pero era riguroso, ensayábamos todos los días la escena y día por medio hacíamos las coreografías. Además, durante los ensayos actorales igual teníamos que volver a ver las coreografías y fue intenso, pero muy entretenido, muy enriquecedor.
¿Y ahora con Juan Gabriel?, porque Juan Gabriel no sólo era virtuoso vocalmente y un letrista espectacular, sino que también él era un personaje, un showman.
Sí, tú lo has dicho, un showman. Yo creo que es lo que más me da miedo, poder lograr eso, un personaje en plenitud en el escenario, que se desenvuelva a nivel vocal, a nivel interpretativo y que maneja al público y navega con el público durante su espectáculo. Eso es lo que encuentro fascinante de su puesta en escena.
¿Me puedes contar un poquito de lo que va la obra?
Victoria, una madre de familia, que está en su lecho de muerte y en su dormitorio, cuando está a vísperas de morir, se le aparece Juan Gabriel, pero no se le aparece el fantasma ni el espíritu de Juan Gabriel, sino que Juan Gabriel previo a su concierto en el Bellas Artes. Juan Gabriel no sabe que está muerto, porque esto ocurre en el Chile de hoy, en que Victoria está agonizando, y se le aparece Juan Gabriel, pero ella no sabe por qué. Hay algo de realismo mágico y van navegando juntos esta historia.
¿Podrías recomendarnos alguna obra o contarnos de alguna que te gustaría ver?
Cuerpo de Lewy, que es de una muy buena amiga y trabajan amigos también y no la pude ver por tiempo, pero la recomiendo de todas maneras. Espero poder verla más adelante y la otra es Negra, la enfermera del General, de la que fui parte el año pasado y ahora están en Teatro de la Memoria estas dos semanas. Y The Right Play también les recomiendo que vayan. Va a estar en la Revolución de las Voces la próxima semana. Temis me hubiera gustado verla de nuevo, pero no alcancé. Buen elenco, buena dramaturgia, interesante. La que también me hubiera gustado ver es Navegar por el Neva. Espero que vuelvan en enero, me encantaría verla.
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